Los alumnos de 4º de la ESO, acompañados por sus profesoras, realizaron el 4 de mayo una interesantísima visita cultural a la ciudad de Toledo. Fue una jornada extraordinaria, en la que pudieron disfrutar de los maravillosos rincones de la ciudad imperial.: Catedral, Sinagogas, Museo Sefardí...
Finalmente, disfrutaron de un rato de tiempo libre en el entorno de la plaza de Zocodover. Mostramos a continuación una redacción realizada por alumnos/as del grupo de teatro, que nos cuentan sus experiencias en la salida didáctica a Toledo.
Nuestra excursión a Toledo fue divertida. A primera hora de la mañana del viernes, todos íbamos exhaustos en el autobús, aunque una pequeña parte comentaba nerviosa la obra que próximamente tendrían que representar.
Llegamos a las 11 al lugar en el que pasaríamos la noche y dejamos nuestras cosas. A continuación fuimos al colegio donde tuvo lugar la obra. Los alumnos de teatro estábamos nerviosos repasando nuestros papeles hasta que llegó nuestra hora de actuar... ¡nos pudo haber salido mejor, pero lo pasamos bien!
Al acabar la obra, fuimos a comer una paella en el Instituto Galiana y más tarde nos dejaron algo de tiempo libre para acabar de colocar las habitaciones, descansar, ducharnos...
Evidentemente, las chicas nos fuimos a preparar, andábamos como locas por las habitaciones pidiéndonos cosas las unas a las otras y teníamos que darnos prisa porque nos esperaban en el colegio Galiana donde habíamos comido la paella – que estaba muy sabrosa para las profesoras aunque para nosotros no tanto-. Antes de llegar a ver la gran representación de los chicos de Bachillerato tuvimos que hacer un parón en algún que otro quiosco/ supermercado para alimentarnos bien ya que nos esperaban largas horas de andar para arriba y para abajo, y el aun teníamos hueco en el estómago.
Llegamos al instituto princesa Galiana para ver la obra de los chicos que estudian aquí. Representaron Tres sombreros de copa. Estaba muy bien pero era muy larga y no pudimos acabar de verla porque la cena era a las ocho y no nos iba a dar tiempo.
Tuvimos que salir a toda prisa del salón de actos como unos ninjas para que los actores no le dieran importancia y apenas notaran que nos habíamos ido.
Echamos a andar y todo eran cuestas... alguno hizo algún que otro parón para comprar algo de comida y continuamos el trayecto hasta llegar al castillo. Todos llegamos cansadísimos y estuvimos a punto de no cenar porque el comedor cerraba poco después, pero al final llegamos a tiempo.
Acabada la cena subimos a las habitaciones, algunos aprovecharon para asearse, otros se pusieron ropa limpia y de nuevo a caminar. Nos dirigimos al centro de la ciudad donde nos esperaba una fantástica guía para hacer una visita nocturna por los recovecos de Toledo.
Uno de los tramos tenía escaleras mecánica, ¡menos mal!.. Dimos un paseo por la Judería, la Catedral, espacios subterráneos y muchísimo más lugares interesantes. El paseo era acompañado de muchísima historia y sobre todo, de maravillosas leyendas.
A la salida de la cueva, tuvimos una pequeña representación a cargo de dos hombres que controlaban muy bien el arte de la esgrima y, tras la magnífica historia que nos contaron, seguimos caminando hasta que nos encontramos con una tienda de helados y batidos en la cual paramos necesariamente. Tras este parón, nos despedimos de nuestra guía y nos dirigimos al hostal solos y como siempre, muy a lo nuestro.
Una vez en el hostal dejamos nuestros móviles y "nos fuimos a la cama", bueno, no sin antes liarla un poco ¿verdad?
Después de esa noche tan larga para algunas y tan corta para otros, nos levantaron a las 8:15 para ir a desayunar. Después, nos tocó recoger las habitaciones para irnos más tarde. Nos fuimos a visitar los lugares más famosos de Toledo, pasamos por el puente y el primer sitio donde fuimos fue la plaza de Zocodover. En aquel momento todos teníamos caras de dormidos. Visitamos dos museos más donde observamos pinturas en las paredes y mosaicos en los suelos de hace siglos que tenían un valor especial. Más tarde, en silencio, conseguimos entrar a una sinagoga llena de imágenes religiosas. Y con esta visita concluimos la ruta por Toledo. Todo lo que vimos nos pareció bonito y no podemos decir nada malo de esta excursión.
A la 13:30 más o menos, las profes nos dejaron tiempo libre para comer y hacer alguna compra hasta las 16:30 que cogimos el bus en la estación para volver a Benavente.
