Asesorados por la directora de la Escuela de Moda LIPER de León los alumnos han participado en esta iniciativa que pretende contribuir a la sensibilización del coste real de la moda y mostrar al mundo que un cambio es posible si todos ponemos nuestro granito de arena
Fashion Revolution Day es un movimiento global presente ya en 66 países y en el que se han integrado diseñadores, marcas, minoristas, prensa, productores, académicos, organizaciones e instituciones que claman por una auténtica reforma sistémica de la cadena de suministro de la moda, con el fin de concienciar a los consumidores sobre la verdad y exponer la necesidad de ese cambio.
Su filosofia es que si queremos crear un futuro más sostenible, es necesario conocer el verdadero precio de la moda y su impacto en todas las etapas del proceso de producción y consumo, y visibilizar a los productores reales conociendo en qué condiciones trabajan.
Tras la tragedia del 24 de abril de 2013, fecha en que se derrumbó el Rana Plaza, un edificio de ocho plantas que albergaba talleres textiles cerca de Bangladesh y que costó la vida de 1.135 trabajadores y dejó 2.500 heridos, surgió el movimiento Fashion Revolution Day, un día anual para canalizar la preocupación por la situación de la industria de la moda y no permitir el olvido de esta tragedia.
La pregunta que lanzan desde el Fashion Revolution Day es “¿Quién hizo mi ropa?”. Debería ser fácil responder, pero un reciente informe de moda en Australia señala que el 61% de las marcas no informa de dónde se hicieron las prendas y el 93% no sabían de dónde procedían las materias primas. Es necesaria una mayor transparencia para mejorar las condiciones de los trabajadores de la industria textil, reclaman desde el Fashion Revolution Day.
El día 28 de abril, se clausuró esta jornada reivindicativa con un mercadillo de ropa usada, a la hora del recreo, en el que participa de forma voluntaria toda la comunidad educativa, los alumnos que lo desearon aportaron alguna prenda y tuvieron la posibilidad de llevarse otra entre las donadas, y ceder el excedente a Cáritas para entregar a las familias necesitadas.
Además, se proyectó la película “The True Cost” con el fin de mover conciencias y hacer reflexionar sobre la magnitud del problema cuya solución nos atañe a todos. También se realizó un reportaje fotográfico con la ropa del revés, enseñando la etiqueta, y preguntando: ¿Quién hizo mi ropa?
