En la semana de la ciencia le hemos dedicado un poco de tiempo entre clase y clase a conocer nuestro grupo sanguíneo. Es un proceso sencillo si tenemos los reactivos y tres gotas de sangre,pero parece que las agujas nos asustan a pequeños y grandes. Una gran parte de los alumnos y algunos profesores del centro han pasado por nuestro laboratorio, además de alumnos de primaria y profesores del CRA Valle de Valverde de Burganes de Valverde, algunos profesores del centro del primaria próximo CEIP Los Salados y profesores del CFIE de Benavente. Esperamos que haya sido provechoso y divertido y os esperamos el próximo año con otro taller. ¡Hasta pronto!
La sangre es la vida misma. Es mágica, es alquimia. Es la que aprovisiona y defiende a nuestro cuerpo, la que guarda la memoria de lo que fuimos y de lo que fueron aquellos de los que la recibimos. En ella esta escrita la historia de nuestra especie, lo que hizo, a dónde fue, con que dificultades se encontró y como se fue adaptando para sobrevivir.
La sangre es universal, pero también única y distintiva de cada individuo. El grupo sanguíneo viene definido por el de nuestros padres. De las tres herencias posibles una A o una B se imponen sobre un 0, aunque entre ellas son igual de fuertes. La “letra” más fuerte es la que define el grupo al que pertenecemos, y el que nos condiciona, por ejemplo, haciéndonos más susceptibles a ciertas enfermedades o microbios. A pesar de ello esto no se puede tomar como una realidad absoluta, sino un saber de apoyo para permitirnos alcanzar el nivel óptimo de salud.
El tipo de sangre es la clave para todo el sistema inmunológico. Controla la influencia de los virus, las bacterias, infecciones, sustancias químicas, estrés y todo tipo de invasiones y condiciones capaces de comprometer el sistema inmunológico.
Cada tipo de sangre tiene un antígeno diferente, una proteína que lo distingue y es la responsable de la compatibilidad e incompatibilidad en las transfusiones, por ejemplo. El grupo 0 no presenta ninguna, por eso es admitido por todos, se puede adaptar, la A y la B significan distintas proteínas, aristas en los glóbulos rojos que implican que solo encajen con otras del mismo trazo.
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